Los avances científicos a lo largo de la historia de los pueblos, se diversifican en campos del conocimiento, la utilidad, el progreso y…, la muerte!: las investigaciones sobre la energía atómica, y su nefasta aplicación bélica.
Frente a las crisis ambientales, el mundo procura anular de sus “desarrollos” tecnológicos, el uso de la energía atómica, por los evidentes peligros que representa para la vida de la humanidad; a esa precaución corresponden las políticas destinadas al cierre de las centrales nucleares en Alemania promovidas por los gobiernos de ese país desde comienzos del siglo XXI, (Angela Merkel), pues “los riesgos vinculados a la energía nuclear son definitivamente no manejables”·, ha dicho la actual ministra alemana del medio ambiente Steffi Lemke y Greenpeace (organización ambientalista) que organizó en la puerta de Brademburgo en Berlín una movilización hace dos días, ha dicho que “la energía nuclear pertenece a la historia”. El Estado desconectó hace dos días las centrales Neckarswestheim y la de Emsland: todo esto a pesar del reto energético que plantea la guerra de Ucrania; no olvidan las catástrofes de Fukushima y de Chernovil.
Son los retos que se deben afrontar ante las fuentes de energía (nucleares, fósiles), para evitar el desastre del mundo.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.