Rebeca Atencia es uno de los ejemplos más destacados a escala mundial de la inigualable labor de las mujeres en la defensa de los animales y la naturaleza en su conjunto.
Los nombres de Diane Fossey (defensora de los gorilas de montaña en África hasta que fue asesinada en 1985), Birutė Galdikas (principal experta mundial en orangutanes) y Jane Goodall (infatigable luchadora en la protección de los chimpancés) han hecho historia en un panorama mundial en el que la supervivencia de los grandes simios está constantemente amenazada por los humanos.
La veterinaria gallega Rebeca Atencia es precisamente la persona que reúne más méritos para ser considerada la heredera de la labor de Jane Goodall, entre otras razones porque dirige desde hace más de una década la oficina del Instituto Jane Goodall en Congo y porque fue la propia primatóloga de origen británico quién nominó a Atencia como una de las 20 personas prominentes a escala mundial en la lista que confecciona la revista estadounidense Newsweek.
Rebeca Atencia ha sido galardonada este año con el premio de conmemoración del 8 de marzo que concede el Ayuntamiento de Ferrol, su ciudad natal. La entrega del premio se llevó a cabo el miércoles 6 de marzo en un emotivo acto celebrado en el Teatro Jofre de Ferrol. El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez (FeC), ha destacado que Rebeca Atencia “es la fiel imagen de lo que debe de ser la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”, un proceso en el que “todavía queda mucho camino por recorrer”.
Rebeca Atencia nació en Ferrol en 1977 y estudió veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ella misma ha explicado que desde niña su sueño era trabajar en la recuperación de animales salvajes. En 2005, de la mano de la organización Help Congo, Rebeca Atencia y su compañero Fernando Turmo viajaron a Congo en un proyecto de recuperación de animales heridos o huérfanos.
El Instituto Jane Goodall recuerda en su página web que la fundadora de este centro conoció a Rebeca Atencia mientras trabajaba en este primer proyecto con chimpancés. Rebeca monitoreaba el progreso de un pequeño grupo de animales que había sido liberado en la selva, en una zona realmente difícil para personas no acostumbradas a los animales salvajes.
Sorprendida por la visita de su admirada Jane Goodall, le contó con pasión todo lo que hacían por los chimpancés en esa zona inhóspita del Congo.
“Rebeca me recordó a mí misma a esa edad, ella estaba persiguiendo su sueño”, ha explicado Goodall. “No tenía miedo de trabajar duro y podía vivir sin las comodidades básicas de la vida. En la selva, ella se sentía en su hogar completamente”.
Rebeca Atencia ocupó poco después la dirección ejecutiva del Instituto Jane Goodall en la República del Congo y la dirección del Centro de Rehabilitación de Chimpancés en Tchimpounga, dependiente del mismo instituto.
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