El 4 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales para concienciar a la población de la importancia de evitar estos desastres forestales que suponen la pérdida de biodiversidad y, en algunos casos, la muerte de quienes luchan por extinguirlos.
El cambio climático que azota el planeta crea un caldo de cultivo para la proliferación de los incendios forestales. Se producen como consecuencia del cambio de temperaturas, de la escasez de agua y, evidentemente, de la acción del hombre. Este desastre forestal tiene, a su vez, consecuencias devastadoras para las comunidades –animales, vegetales o humanas– que viven en donde suceden.
De hecho, en muchos casos los incendios forestales suponen la pérdida de la biodiversidad. En el caso de los seres humanos, cada año los incendios forestales se cobran la vida de quienes luchan por apagarlos. Para recordar a estas víctimas se conmemora cada 4 de mayo el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales.
Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales
Todo surgió en diciembre de 1998, a raíz de un accidente ocurrido en el incendio Linton (Canadá). En él perdieron la vida cinco combatientes pertenecientes a una brigada forestal.
Ese hecho se suma a otros incidentes trágicos ocurridos durante la lucha contra los fuegos en todo el mundo. Pero supuso el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países. Los motivos por los que se conmemora el Día Internacional del Combatiente Forestal son los siguientes:
• Expresar el apoyo de la Comunidad Internacional y de la Sociedad en general a quienes combaten los fuegos de bosques y campos en todo el mundo, reconociendo su nivel de compromiso y dedicación.
• Recordar a quienes han perdido la vida, o sufrido daños o secuelas en la lucha contra los incendios de bosques y campos.
• Como una señal de respeto y agradecimiento hacia quienes tratan de preservar la vida y la integridad de los patrimonios y recursos naturales de los efectos de fuegos no deseados.
Es importante entender que estos desastres naturales ocurren, en muchas ocasiones, por el efecto de la acción del hombre sobre el medio. Acciones como no apagar una fogata correctamente, tirar una colilla por la ventanilla del coche o dejar objetos de vidrio sobre la vegetación son algunas de las causas antrópicas de los incendios forestales. Estos descuidos son altamente evitables, por lo que es importante poner un ojo atento cuando estemos en un entorno natural.