Al caos biológico producido por la pandemia y al terrorismo ambiental emanado de los festejos con pólvora en la temporada decembrina , se suma otra tragedia animal – el abandono premeditado por parte de sus “amos” de animales domésticos considerados como mascotas en los hogares. Y tal cosa ocurre en temporada de vacaciones porque las familias en plan de viaje, sacrifican hasta sus propios afectos al dejar abandonados a sus animalitos hasta ayer seres queridos del entorno familiar.
Esta actitud ofende los afectos de los niños encariñados con sus animales; crea problemas entre sus vecinos, y somete a las mascotas a un cruel desplazamiento forzoso con consecuencias traumáticas para los animales, la familia y la ciudad.
Este tema será asunto de consideraciones en este primer mes del año, por parte de la Fundación Amigos del Planeta.
Los animalitos adoptados por el hogar, hacen parte de esa unidad social y espiritual que no puede transgredirse bajo ningún pretexto.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.