Es esta una temporada donde los animales son desconocidos protagonistas y mártires: las corridas de toros legales e ilegales, las mascotas, animales de corral y silvestres, especialmente aves, víctimas de la pólvora, su ruido y otros sonidos “de fiesta”; los excéntricos manjares de paseadores que sacrifican animales silvestres para deglutirlos; el tráfico de animales que por razones del turismo se aumenta en la temporada y, no pocas ilegalidades de los cazadores.
El tráfico incluye aves, peces, insectos, reptiles, mamíferos y toda suerte de especies en vía de extinción y que exigen presencia permanente de las autoridades que previenen, que descubren y detienen a los delincuentes y de autoridades que deben investigar, sancionar y aplicar las leyes penales a los infractores.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.