Desde el año pasado, la concejala de Bogotá por el Partido Verde, Andrea Padilla, inició con la Ruta Animal, un proyecto de solidaridad ciudadana que creó inicialmente para brindar alimento y protección a miles de gatos y perros sin hogar.
Este año, luego de lo que consideró un éxito ciudadano, esta animalista decidió emprender un viaje por todo el país, ya no solo para llevar, alimento sino también para llevar a cabo campañas de esterilización a los animales callejeros y de personas sin recursos.
“Este año decidimos enfocar el esfuerzo hacia la esterilización, empezando por ciudades de la Costa donde los fenómenos de maltrato y abandono animal están enquistados en la sociedad, aunados al abandono institucional”, explicó Padilla en una especie de rendición de cuentas del proyecto.
El primer destino de esta segunda edición de la Ruta Animal fue Santa Marta, donde esterilizaron a 206 gatos y perros de las calles, rescataron a más de 40 felinos y le brindaron atención a otros 80. “En Santa Marta, la inversión pública (para la protección de los animales) es raquítica”, denunció la concejala.
Luego de la visita a la capital del Magdalena, la ruta continuó hacia Riohacha, donde intervinieron a 219 gatos y perros desprotegidos y además lograron comprometer al alcalde de la ciudad en la protección de estos animales y en la destinación de recursos para ese fin.
“Pudimos conversar con el alcalde de la ciudad, quien se comprometió a hacer jornadas mensuales de esterilización, a apoyar los esfuerzos de los proteccionistas con apoyo logístico y económico, a reservar los recursos para iniciar la construcción de un centro de bienestar animal, incluir a los animales en el presupuesto del año 2022, e iniciar la gestión para la sustitución de los vehículos de tracción animal”, aseguró Padilla.
La concejala, que a principios de año aseguró en entrevista con SEMANA que los animales “son las víctimas más numerosas, oprimidas y olvidadas del Estado”, se ha erigido como la defensora de estos seres por sus proyectos y posiciones en contra del maltrato animal, la venta de aves ornamentales, las corridas de toros, el consumo de carne y la utilización de vehículos de tracción animal.
“El sufrimiento de los animales no tiene fronteras. En Bogotá vamos avanzando, pero la realidad en el resto del país es desoladora”, aseguró en su cuenta de Twitter, en donde informó que la Ruta Animal continuará en Villavicencio, Cartagena y Barranquilla.
Esta movida de la concejala, que llegó al cabildo de la capital luego de años como activista, se presenta luego de que varios de sus copartidarios la han puesto como una posible carta de la Alianza Verde de cara a las próximas elecciones para el Congreso de la República en marzo de 2022.
Aunque aún se desconoce si Padilla dejará el Concejo para lanzarse por una curul en el parlamento, lo cierto es que su activismo le ha ganado reconocimiento a nivel nacional. Además, la ha posicionado como una de las voces más críticas de un sector económico tan fuerte como el del gremio de ganaderos y su presidente, José Felix Lafaurie, esposo de la senadora y precandidata presidencial por el uribismo, María Fernanda Cabal.
“Cuando uno se mete en este tipo de labores sabe que tiene múltiples enemigos. Están los ganaderos, los galleros, los polvoreros, los comerciantes de animales, entre otros. A veces es muy difícil tratar con ellos porque tienen intereses económicos muy fuertes. Sin embargo, siempre tratamos de dialogar con el fin de llegar a un acuerdo y evitar una posible confrontación”, explicó Padilla, que ha sido enfática en que los animales son habitantes “no humanos” de Colombia y deben formar parte de las políticas públicas.