La revista Gaceta del ministerio De las Culturas, las Artes y los Saberes, trae en esta ocasión como temática el agua cuya realidad es epicentral para las políticas del actual gobierno y el fenómeno natural sobre el cual gira la crisis climática del mundo hoy.

Entresacamos algunos apartados y destacados de tales textos que coinciden con las preocupaciones de ambientalistas, ecólogos y amigos de la vida que se encuentra amenazada por toda suerte de crisis ambientales en gran medida propiciadas por el ser humano.

“…El territorio colombiano hace parte de las últimas reservas de agua dulce del planeta ubicadas en la Orinoquia y la Amazonia, ambas bañadas por los ríos andinos y su oferta hídrica es seis veces mayor que la del promedio mundial…..Así que reorganizar los modelos de ocupación y del uso en la necesaria convivencia con el agua es una urgencia cultural hoy…Sin ella, no es posible la vida por ello, resulta absurdo que aún no superemos las conversaciones sobre sus usos domésticos, industriales y agrarios….El agua no solo es extraída intensivamente, exportada y contaminada, embotellada y trasformada en bebidas azucaradas, sino que es sepultada por el desarrollo urbanístico… o contaminada por los residuos del modelo extractivo, industrial y financiero del crecimiento dominante…”

Juan Correa Ulloa

Del ensayo de Francisco Javier Flórez Bolívar: _-Un país de espaldas al agua- resaltamos:

“Las decisiones tomadas por el gobierno central en la historia de la república de Colombia no siempre han beneficiado a las tierras y a las aguas que están fuera del país andino…..La tragedia de los humedales también se ha extendido a la Amazonia y a la Orinoquia. La deforestación impulsada por la expansión legal e ilegal de la frontera agrícola y el acaparamiento de tierras para dedicarlas a proyectos agroindustriales y la ganadería extensiva han puesto en peligro a las selvas y a las aguas que la bañan…y últimamente se padecen los daños causados por la minería ilegal. Ríos como el Caquetá han sido envenenados con mercurio…

…En este contexto, organizar el territorio alrededor de las aguas, antes que una orbiedad, es una acción revestida de una carga transformadora…”

El agua que es un bien común desde Santo Tomás, hasta la declaración de Cochabamba que la integra a los derechos humanos, se ha convertido en mercancía:

“La invención de un mercado que vende agua embotellada, más que una garantía de pureza, es la evidencia de un bien común hecho negocio” (en Gaceta, -El Porvenir del Agua-, Carlos Hernández y otros,pág. 33)

“… casos tan escandalosos como el de La Calera por la privatización del agua por las concesiones….incide en el cambio climático…. Por eso el agua de Coca-cola se llama Manantial….el metro cúbico de agua para Bogotá es de dos mil pesos mientras que Coca-cola no paga sino 70 pesos por metro cúbico… se trata de una privatización perversa que contamina cuando compramos agua embotellada….” Gaceta, paginas 33 a 38 .

Fuente: Fundación Amigos del Planeta.

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