El deseo natural de los niños por tener mascotas como regalo de Navidad, crea un escenario donde se regalan animales sin plena conciencia de la responsabilidad que ello implica. Las mascotas no son juguetes que se puedan empaquetar y desempaquetar a voluntad; son seres vivos con necesidades específicas y requerimientos de cuidado.
La mitad de los perros y gatos que se regalan con motivo de las fiestas navideñas terminan siendo abandonados, debido a la falta de concienciación acerca de la responsabilidad que supone tener una mascota en un hogar, que obedece muchas veces más a un capricho o impulso que a un compromiso real, así como a una escasa información o asesoramiento previo.
La falta de conciencia sobre la educación de una mascota, conduce al abandono cuando este crece o causa daños en el hogar.
El llamado urgente es para que en diciembre no regalen mascotas, tener un perro no es un juego, es un compromiso de por vida que requiere un sacrificio a todos los niveles. Hay que ser consecuente y valorar antes de tomarlo para que después no haya un animal abandonado en la calle.
Es cruel ilusionar a un animal con un hogar para luego regalarlo o abandonarlo, debemos ser conscientes de la enorme responsabilidad que implica cuidar de estos seres que dependen totalmente de nosotros.