La COP16 en Cali dejó una huella imborrable en la ciudad. No solo se demostró la capacidad para ser anfitriones de eventos de talla mundial, sino que también se reafirmó el compromiso con un futuro sostenible. Cali renace con nuevos bríos, lista para enfrentar los retos del mañana y consolidarse como un referente en la lucha por un planeta más saludable y justo.
Deja un logro emblemático por el reconocimiento a los saberes tradicionales, además del reconocimiento de los pueblos afrodescendientes como custodios de la biodiversidad.
Se logró con creces una conciencia cívica respecto del grave problema natural que nos convocara para que desde aquí se asumiera una posición reflexiva y responsable frente al futuro. Y, ante el mundo, se evidenciaron los factores únicos de nuestra biodiversidad y los peligros que se corren por cuenta del deterioro ambiental. Y hubo oportunidad para situar al mundo de las potencias, sus responsabilidades y deberes para con la naturaleza de nuestra amazonia y nuestros páramos, nuestra fauna y nuestra flora, de la cual depende la maquinaria universal que define la existencia.
La COP 16 dejó un legado para el país y la comunidad internacional sobre el cuidado y la conservación de la naturaleza.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.