La señora Ministra del Medio Ambiente, quien preside el COP16 en la ciudad de Cali, en su acertado discurso de inauguración, trajo para concluir una magnífica metáfora con la vida organizada de los hormigas a fin de que la humanidad, colectivamente pensada, recordara su rol solidario en la existencia; la infinita, diligente y multitudinaria marcha de ellas desde el hormiguero hasta el abasto, para regresar cargadas con hojas vegetales, partes de otros animales, residuos de comida, para proveer el alimento de “su” sociedad organizada en la colonia. Un desfile organizado a través del enigmático diálogo de antenas.
En otras palabras, graficó la similitud recordando las cotidianidades colectivas del maravilloso insecto: lección de solidaridad para nuestra especie humana cuya avidez egoísta casi siempre desprecia el sentido solidario y colectivo con que aquellas trabajan, en función de la vida total, es decir de todas ellas como si conocieran mejor que nosotros, la raza humana, el sentido, la responsabilidad y los derechos de todos los individuos de una sociedad a la cual se deben.
Enseñanza a la raza humana que si practicara las formas organizativas y solidarias del hormiguero, encontraría la paz, la sobrevivencia y el sentido de respeto por la vida, como expresión simple de la biodiversidad de la que somos una parte y de la cual dependemos para sobrevivir. Gracias ministra por la lección ética y social de su metáfora.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.