Aunque el Reino Unido no es el único que cuenta con un banco de semillas colosal, ciertamente es un refugio para que germinen las especies esenciales para la vida en la Tierra. Este proyecto es una de las iniciativas de conservación más importantes de la historia, indispensable para salvar la agro diversidad y nuestra alimentación.
Con el inicio de la industrialización de la agricultura, gran parte de la población se desvinculó de la actividad agraria y de la naturaleza. Por eso muchas de las especies autóctonas han perdido sus guardianes tradicionales – los agricultores -, y la diversidad disminuye cada año. Las consecuencias son claras: a lo largo del planeta se han perdido centenares de especies de alto valor para la naturaleza y por ende, para la humanidad. Cada vez que un huerto desaparece, lo hace también el conocimiento que el horticultor tenía… pero también sus variedades de semillas. Se estima que entre los años 1900 y 2000 se perdió el 75% de la diversidad de los cultivos.
El Arca de Noé de las plantas en el Reino Unido resguarda 2.500 millones de semillas, es el Banco de semillas más grande del mundo y está en una carrera contra el tiempo, ya que el 25 % de las especies ahí contenidas están en peligro de desaparecer. Dos de cada cinco especies vegetales del planeta están amenazadas o en peligro de extinción debido al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la demanda farmacéutica.
Su propósito es la conservación de las especies silvestres, para evitar que se extingan a largo plazo. El Arca de Noé es garante de que en las comunidades más remotas y pobres siempre exista disponibilidad de semillas para poder sembrar y cosechar al año siguiente, garantizando la seguridad alimentaria y nutricional.
Hasta ahora, los especialistas han reunido más de 40 mil especies de 190 países, se está dando prioridad al 20 % que están amenazadas por la crisis climática global, así como a las especies endémicas que sólo se pueden encontrar en un lugar en específico.
Los Bancos de semillas, son un seguro para el futuro de la tierra