El conflicto entre Israel y Palestina ha ocasionado muertes que todos lamentamos profundamente. Familias enteras han tenido que dejar sus hogares, perder a sus seres queridos y su mundo ha sido prácticamente destruido. Sin embargo, hay otras víctimas de las que nadie habla, pero que también sufren el golpe implacable de la guerra: los animales.
No solo perros o gatos, muchos de los que han sido abandonados ante la impotencia de sus dueños por no saber cuál será su futuro. También están los cautivos en zoológicos, que han sido dejados a su suerte porque las personas que los alimentaban y trabajaban en estos recintos huyeron para salvar sus vidas. ¿Quién está hablando por estas víctimas silenciosas que no pueden pedir ayuda por sí mismas? ¿Hay algún plan de evacuación que las incluya? ¿Existe un censo de animales en Israel? Por ahora, son invisibles para las estadísticas.
Socorristas reportan el terror en los ojos de los animales en refugios, espacios cuya población se incrementa considerablemente cada día.
El abordaje como víctimas en emergencias siempre ha sido un punto flaco de todos los gobiernos. No existen protocolos que los incluyan ante grandes tragedias como la que viven hoy.
Ellos son un importante soporte psicológico en tragedias, conflictos y emergencias, en estos casos, las personas se refugian en el fuerte vínculo que tienen con sus mascotas y las ayudan a superar las consecuencias en su salud mental, son de gran ayuda para combatir el miedo, la depresión, reducir el estrés y combatir la soledad.
Su sufrimiento durante los conflictos armados generalmente se pasa por alto, o se considera irrelevante frente al sufrimiento humano, pero la guerra también causa muerte y sufrimiento a los animales. Tener en cuenta sus intereses significa que debemos examinar críticamente los daños que sufren, tanto si son utilizados como instrumentos para la guerra como cuando son víctimas del uso de armas.
Cuando entenderemos que la tristeza, nostalgia, angustia, dolor, miedo, terror, enojo, ira, alegría, felicidad, tranquilidad, serenidad, seguridad, no son atributos exclusivos de la especie humana, los animales tienen la capacidad de experimentar las mismas emociones.