Como los elefantes que avanzan paso lento pero firme, la conciencia ciudadana y el sentido común avanza en el Congreso de la República paso a paso para lograr la prohibición de las corridas de toros y otros espectáculos indolentemente elaborados con el dolor, la tortura y muerte de animales.
Interpretaciones elásticas del ejercicio de la democracia permiten que las libertades sirvan para actuar contra la naturaleza y el sentido ético de la existencia. Gracias a la capacidad persuasiva de varios parlamentarios se han logrado avances para el resultado de una legislación responsable en estas materias, como se vio esta semana en el tema de la prohibición de las corridas de toros en Colombia. Ahí vamos.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.