Es posible reconocer que los operativos de vigilancia y control de las diversas autoridades, permitan visibilizar las trasgresiones que ocurren contra el medio ambiente, la salud pública, la fauna y flora silvestres y animales domésticos. En efecto, son numerosos los casos atendidos por dichas autoridades en esta temporada de vacaciones y turismo en Colombia.
Pero el hecho que nos permite ver las trasgresiones por acción del Estado, da cuenta de infracciones similares que no se conocen y que quedan en la impunidad. Algunos casos conocidos:
-Contra la salud pública el comercio de pescado en estado de descomposición fue descubierto, incautado e investigado por las autoridades en Antioquia y Córdoba.
-Fue puesto en manos de las autoridades quien torturó y dio muerte a un mono tití, especie endémica de las selvas tropicales de Colombia que se encuentra en peligro crítico de extinción.
-El abuso y sobrecupo promovidas por empresas turísticas y el mal comportamiento de sus usuarios, provocó una sobrecarga ambiental en el Quindío y la caída de una palma de cera sobre un vehículo automotor.
-Se informó de maltratos propiciados por ciudadanos a animales domésticos.
-Aparecieron en el Nevado del Tolima ejemplares de cóndores maltratados y uno de ellos en estado grave, seguramente víctimas de depredadores del medio ambiente y/o cazadores furtivos que merecen recibir todo el peso de la ley.
-Un gigantesco contrabando de tortugas fue incautado en Tuluá, proveniente del Caribe colombiano; más de 2.000 ejemplares recuperados.
Importante hacer el seguimiento de estas y otras violaciones a las normas que protegen el medio ambiente, la fauna y flora nacionales. Y más importante aún, saber si a los delincuentes se les han aplicado las medidas de aseguramiento y que se hayan iniciado los procesos respectivos.
En oportunidades anteriores hemos indicado los peligros y daños que causa una concepción exclusivamente económica del turismo cuya escala va desde la proliferación de ventas y servicios sin control, hasta la sobrecarga y abusos ecológicos de los empresarios, legales e ilegales de este negocio que puede derivar en formas para las cuales la ganancia económica sacrifica las realidades medio ambientales, ecológicas, forestales y de fauna: es decir, la muerte por razones del mercado, por sobre la vida de la cual hacemos parte.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.