El tráfico de fauna silvestre sigue siendo uno de los principales dolores de cabeza de las autoridades ambientales en Antioquia.
Cifras del Centro de Atención y Valoración (CAV) de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) y la Universidad CES indican que en lo que va del 2021 han ingresado alrededor de 2.019 individuos de la fauna silvestre, producto del tráfico ilegal en los 10 municipios del valle de Aburrá.
Es decir, que en promedio, cada dos días ingresan dos animales por este delito.
De acuerdo con datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco), Antioquia es uno de los cinco departamentos donde más se presentó esta práctica ilegal, junto a Cundinamarca, Santander, Córdoba y Sucre.
Este año, en todo en el país han sido incautados 18.636 individuos de fauna y 282.147 de flora, lo que ha representado 2.325 capturas, reveló el Ministerio del Medio Ambiente.
“Entre un 50 y un 80 por ciento de los animales que se trafican, mueren. La Policía Nacional, en su estrategia contra el tráfico de fauna silvestre, cuenta con planes de control para ponerle freno a las estructuras criminales que afectan nuestra biodiversidad”, expresó el coronel Jhon Harvey Alzate, director de la Dipro (Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía).
En el caso del valle de Aburrá, el centro de atención afirmó que los cinco animales más traficados de manera ilegal son: Tortuga Morrocoy -Chelonoidis carbonaria- (804 ingresos), Tortuga Hicotea -Trachemys callirostris- (273), Perico Real -Brotogeris jugularis- (245), Lora Frentiamarilla Amazona ochrocephala (162) y la Boa constrictor (131 casos).
“Hemos recibido casos donde los animales se encuentran en un estado de salud muy deplorable. El tráfico ilegal de fauna silvestre hace que los animales dejen de comer, debido a que no se sienten bien, al no estar en sus habitas naturales. La invitación es que no tengamos este tipo de animales en casa; para eso podemos tener perros y gatos, los animales realmente domésticos”, dijo Sergio Aguirre, médico veterinario del CAV.
Los riesgos, por especie
La autoridad ambiental dio a conocer los distintos riesgos que corren los animales que son tenidos en cautiverio.
- Tortugas: Son tenidas como animales de compañía y en ocasiones consumidas. En cautiverio sufren graves deformaciones en sus patas y pueden transmitir enfermedades.
- Loras, guacamayas, pericos y cotorras: En cautiverio, les cortan las plumas para evitar que vuelen, les enseñan a ‘hablar’, alejándolos de su naturaleza, y les dan alimentos que los deforman.
- Primates: Los titís, cariblancos, capuchinos y marimondas son tenidos en hogares, lejos de los numerosos grupos con los que deberían estar en el bosque. Aislados, pueden volverse agresivos, deprimirse y enfermarse gravemente hasta morir.
- Aves cantoras: Los sinsontes y turpiales son alejados de los bosques para ponerlos en jaulas. En ocasiones se deforman por la mala alimentación.
- Guaguas, ñeques, armadillos, zainos: Estos animales son cazados ilegalmente: esto golpea la salud del ecosistema y puede transmitir enfermedades a las personas que se comen su carne y su sangre.