Ubicado en el corazón de la Amazonía colombiana, el parque Serranía de Chiribiquete es un lugar mágico, dinámico y biodiverso que cuenta con una de las tasas más altas de diversidad de plantas, hogar de miles de especies, muchas de las cuales están amenazadas, como tapires de tierras bajas, nutrias gigantes, osos hormigueros gigantes, monos lanudos, jaguares y el colibrí esmeralda del Chiribiquete, la única especie endémica en la Amazonía colombiana, es considerada como una de las maravillas arqueológicas patrimoniales del mundo y declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Es el parque natural más grande de Colombia y del continente, blinda un tesoro de biodiversidad único en el planeta, sus paredes resguardan pinturas de animales salvajes, conserva la muestra de arte rupestre más grande del mundo: aproximadamente 70.000 pinturas que llevan plasmada la historia y 50 paneles de una altura promedio de 7 metros, los arboles alcanzan hasta los 20 metros de alto y las montañas rocosas, conocidas como tepuyes, de más de 1.500 millones de años de antigüedad, tienen una altura de 800 metros de alto.
Las pinturas son realmente asombrosas, algunas con hasta 20 mil años de antigüedad, con el jaguar como figura destacada, por lo cual también es llamada como la Maloca del Jaguar. El científico holandés Tomas van der Hammen las describió como la Capilla Sixtina de la selva amazónica.
Actualmente residen los últimos sobrevivientes de la etnia carijona, en completo aislamiento. En su lengua, Chiribiquete significa ¨CERRO DONDE SE DIBUJA PINTURA”, que forma parte del escudo guayanés, una de las formaciones geológicas más antiguas del mundo.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.