La Fundación Amigos del Planeta, quiere dedicar este mes de Marzo para reflexionar, denunciar y exigir políticas serias en relación con la Amazonia y demás puntos de la geografía boscosa del país donde el peligro de su salvaje destrucción, amenaza esa reserva de la humanidad con desaparecer definitivamente.
La geografía de Colombia dentro de su diversidad es de las más ricas del PLANETA en bosques, selvas, humedales, ríos y montañas, diversidad de aves y reptiles, climas y alturas geográficas , paradójicamente saqueada y destruida a diario con fines económico-desarrollistas : desde los taladores madereros, hasta los cultivadores del narcotráfico; desde los incendiarios para formar potreros de ganadería extensiva, hasta los mineros –legales e ilegales; y desde los contrabandistas de recursos naturales hasta los traficantes de especies de la fauna.
“Malditos negocios” que entre 2015 y 2021 han destruido un millón de hectáreas de bosque y selva; en 2019, 435 hectáreas por día, 18 hectáreas cada hora. Datos que tristemente asombrosos, son cautos frente a otras mediciones académicas e internacionales y que cotejados entre fuentes oficiales, no se corresponden (Fiscalía, Policía, Ministerio del Medio Ambiente, Ejército). Cada estadística pareciera que no dependiera del objetivo serio de acabar con la multicausalidad del crimen ecológico y castigar a sus diversos autores, sino de hacer protagonismos gemelos a las llamadas “líneas de investigación” encaminadas solamente a la variable del narcotráfico como única causa del desastre.
Pero bien vistas las cosas, la Amazonía ha sido deforestada en 98.000 hectáreas achacadas a los plantíos prohibidos pero ignorando la pérdida de 300.000 hectáreas en parte de la selva amazónica, por cuenta de la ganadería extensiva ( 600.000 cabezas de ganado en Chiriviquete).
En el sector occidental del Pacífico y Urabá las regiones de siembra de coca, instalación de laboratorios y rutas suman algo más de 126.000 hectáreas deforestadas y para finalizar ¿Qué se sabe de los poderosos mineros ilegales del occidente colombiano cuyas inmensas dragas y tractores no las ven desde los helicópteros y aviones, ni la fiscalía detecta a sus “empresarios” entre sus “líneas de investigación!”?
